En El cine según García Márquez se intenta favorecer un enjuiciamiento equilibrado sobre una veintena de títulos generalmente subestimados, y se ilustran las características del contexto generador de cada una de estas películas. Desde Tiempo de morir, en 1965, hasta Memoria de mis putas tristes, en 2011, se transita a lo largo de medio siglo de cine latinoamericano, siempre montados en el arca entretejida por algunos de los principales filmes en que participó Gabriel García Márquez, o que se inspiraron en su obra. Además, este libro concierta la relatoría de sucesos biográficos (primeros deslumbramientos con el cine, periplo del escritor por Roma y como reportero en Europa, etapa de crítico cuando regresa a Colombia) con la defensa de la fructífera relación, específicamente latinoamericana, entre el cine y la literatura, mientras se intenta redimir las ingentes posibilidades del realismo mágico en versión cinematográfica. En cada página se asoma la revalidación del acta que anuncia el matrimonio largo y feliz de García Márquez y el cine, un matrimonio fundador de toda una estirpe, como aquella concebida por Úrsula Iguarán y José Arcadio Buendía.