Porque la calidad del conocimiento no sea opacado por los excesos burocráticos y academicistas rancios, abogó Ramiro Noriega, rector de la Universidad de las Artes, Guayaquil, Ecuador, quien visitó la EICTV a finales de la pasada semana, quien se sintió identificado con el espíritu de la Escuela, que busca cimentar su prestigio y legitimidad lectivos en los conocimientos teórico-prácticos de sus profesores (habituales e invitados) más allá de la mera “garantía” de un grado académico de máster o doctor.
En Ecuador, las leyes demarcan claramente lo imprescindible de tal esquema de créditos para ejercer el magisterio universitario, lo cual termina discriminando una zona de saberes muy valiosa, integrada por artistas e intelectuales que no cuentan con estos títulos. No se puede tener el pensamiento colonial. “Nos han dicho qué hacer y cómo pensar. Ha habido un imperativo colonial”, apuntó.
Noriega comentó que como mismo se reconoce en Ecuador la sociedad intercultural, de la misma manera hay que reconocer la existencia de un tercer camino del conocimiento: el producido desde la creación, desde la imaginación. Establecer por ley que hay otras zonas del conocimiento y los creadores tengan pleno derecho a difundirlo en el ámbito académico.
Vota el rector por reconocer la singularidad y plasmó que quien debería poder dirigir la universidad debe ser un artista, “un Benny Moré”, y ser reconocido como tal. “No puedes aprender si hacer. Son cosas relacionadas. Hay que revindicar en Ecuador la lógica de hacer”, recabó. El hacer como pensar. El hacer como una posibilidad de profundizar.
Jerónimo Labrada, director de la EICTV, le comentó que entre las muchas cosas que ha tenido que sobrevivir la Escuela ha sido cuando se le ha compelido a cambiar su sistema educativo para que los graduados sean máster o doctores. “Nuestra escuela enseña a hacer películas, si luego los egresados quieren remontar otros caminos académicos, pues bien”, aclaró. La posición defendida en treinta años es que la Escuela ha demostrado un alto nivel de formación y hay una obra que se va viendo en las pantallas, en cada nombre que aparece involucrado en las obras. “Birri dijo desde el principio que los profesores de la Escuela deben ser profesionales en activo del más alto nivel”, acotó Labrado.