Lav Diaz, cineasta filipino de cine alternativo, escoge estar en la Escuela de Cine y TV de San Antonio de los Baños mientras se estrena su película en el festival de Cannes. El director, que imparte un taller por primera vez en América Latina, defiende su compromiso con la EICTV y sus alumnos ante el famoso festival.
“El taller aquí llegó mucho antes que Cannes así que tenía que comprometerme con ello. Cannes apareció hace alrededor de 3 semanas, así que… No había ni que pensarlo”, declara Lav Díaz a la pregunta sobre su decisión de no asistir a esta edición de 2019 y permanecer los últimos días del taller En la isla con Lav Diaz que imparte en San Antonio desde el 6 de mayo.
El festival francés, que comenzó su edición el pasado 14 de mayo hasta este sábado 25, estrenó la última obra de Diaz en la Quincena de Realizadores. Ang Hupa, de 5 horas de duración, fue estrenada el martes 21 de Mayo, para lo cual el director fue llamado al festival. Sin embargo, decidió permanecer con sus alumnos y dejar la representación del film en manos de su productor y actriz, pese a la importancia para cualquier director de cine de estar en el festival considerado como el más importante del mundo. “Es bueno estar en Cannes, claro. Tendría a los medios y toda la exaltación que me harían a mí y a mi cine, pero también hay responsabilidad y compromiso. Tienes que respetar eso”.
Lav Diaz es uno de los directores de cine independiente más admirados y respetados en el mundo. Con numerosos premios internacionales en sus manos como el León de Oro del Festival de Venecia a Mejor Película por “La mujer que se fue”, dos premios Alfredo Bauer, el premio de la audiencia en la Muestra de Cine de San Paulo y los Festivales de Friburgo y Singapur. Por ello, tiene un gran significado que haya escogido a la Escuela de Todos los Mundos para compartir su experiencia, filosofía y técnica con los realizadores del futuro.
El taller, el primero que imparte en América Latina, consiste en una asesoría a 15 estudiantes que contarán con el apoyo, el conocimiento y la guía del director al trabajar en un film propio. Se trata de un trabajo práctico y creativo mano a mano con el realizador, quien lo explica como una experiencia personal: “El taller es más allá que la dinámica de tener actividades en el programa, es sobre experiencias y compartir experiencias (…) no sólo sobre cine sino sobre la vida en su totalidad, como parte de nuestras experiencias con el cine”.
El realizador filipino muestra en su cine un fuerte compromiso con la realidad, más allá de límites de forma o de tiempo. Con películas de hasta 10 horas de duración, responden a un deseo de mostrar la realidad tal cual es. De hecho, el mismo cineasta no considera su obra como un conjunto de películas, sino como una única película que las envuelve a todas como partes de un todo.
Su obra ha tenido a su país, Filipinas, como protagonista absoluto, quizás fruto de sus orígenes como periodista. País asiático con un pasado común con Cuba como colonia española, con el que Diaz encuentra más parecidos: “La revolución filipina y la cubana contra España pasaron al mismo tiempo, desde 1896 hasta los inicios del s. XX. Incluso nuestro héroe nacional durante la revolución se ofreció voluntario para venir aquí, pero fue asesinado por los españoles. Así que tenemos esta conexión y puedes ver que el paisaje y la vegetación son las mismas. Hay muchas similitudes de alguna forma, en nuestra cultura.”
Fruto de esta similitud y de su experiencia en la escuela y en San Antonio, Lav Diaz ha mostrado interés en, quizás en un futuro, rodar aquí en la isla. “Desearía poder volver y hacer una película aquí. Quizás quedarme 2 meses y hacer una película. Lo he pensado en los últimos días que llevo aquí, la posibilidad de hacer un film aquí”, comenta Diaz.