Por: Antonio Enrique González Rojas
La Cátedra de Televisión y Nuevos Medios, la más reciente en integrar el corpus académico de la EICTV, ya cuenta con una primera graduación y dos cursos en andas. Pensada y fundada por el creador, investigador y pedagogo argentino Fabián Zampedri, viene a materializar lo postulado desde el mismo origen de la Escuela Internacional de Cine “y Televisión”, que ya desde 1986 buscaba abarcar el a veces subestimado universo televisual, desde posturas cinematográficas demasiado puristas, redundando en una “especie de subvaloración del fenómeno de la comunicación que establece la Televisión con el espectador”, al decir de Zampedri en entrevista exclusiva para www.eictv.org, pues olvidan que la TV “es un enorme dispositivo en el cual nos comunicamos, pero sobre todo nutre a nuestra sociedad de temas de conversación. Es un espacio donde compartimos de manera colectiva, como sociedad, temas en común. Podemos hablar de la pelota, podemos hablar del noticiero, podemos hablar de la situación política, de la situación económica, podemos hablar de las series, de los personajes favoritos, entonces es mucho más que sentarse a mirar la TV ¿no?”
“Hablábamos los otros días con nuestros chicos de cómo el fútbol impacta en la construcción de las identidades y las sociedades”, comenta a renglón seguido. “El fútbol es un deporte, un divertimento, un pasatiempo, pero hablábamos de lo que había pasado en Brasil con este último mundial, y también están esos ídolos: Messi, Cristiano Ronaldo. Entonces el fútbol es una cosa muy seria, porque transmite los valores, o sea: no es «vale todo», hay que esforzarse para llegar a ser eso. No vale con ser mediático, lindo, una estrella, todos los días tienes que esforzarte para serlo. Por otro lado, también vemos el mensaje negativo: por ejemplo, yo lo encuentro en determinados modelos que creo distorsionan bastante la cuestión ética del individuo. Sucede, más que nada, en los videoclips, sobre todo los que promueven el reggaetón, en varios, no todos los casos. Cuando vemos estos videos, en los que estos muchachos que tienen veinte años o 25 años, se suben a un jet, tienen un yate que vale millones de dólares, están con modelos, muestran oro, alhajas y todo eso, entonces uno dice: qué joven del mundo, ni siquiera de Latinoamérica, del mundo, puede con esa edad tener todo eso. Obviamente es un narcotraficante, un delincuente, un proxeneta. Entonces eso es un modelo aspiracional también entre la juventud. A veces por no tomarnos en serio estas cosas dejamos de atenderlas. Y la TV es un espacio donde se deben manejar con mucho criterio estas cosas, porque es donde la gente se ve más, se refleja más, donde la gente se piensa y se proyecta más”.
A partir de la innegable pujanza televisiva en los campos de influencias en que se mueven las sociedades, Zampieri señala que “hay ahora como una especie de intención de revisar el campo popular para empezar a entender la cultura en su más amplio sentido, y no solamente desde la alta cultura europea. Entonces, los estudiosos de la comunicación hoy día se están preguntando mucho sobre qué es lo popular, cómo se investiga lo popular, y cómo se define lo popular. Un estudioso decía que lo popular es aquello sobre lo que no se puede hablar, es aquello que se vive. Incluso va más allá: dice que se vive de la cintura para abajo. Desde los sexual, desde lo visceral, incluso. Entonces, claro, si nosotros nos planteamos en la cátedra el tema en términos absolutamente conceptuales, vamos a hablarle a un tipo de público que necesariamente conceptualiza esta TV; pero en realidad, yo creo que el rol de la TV es hablar sobre ella misma, pero hablar sobre ella misma en su propio lenguaje, no en el lenguaje de los libros, ni el lenguaje de los filósofos. Si bien, en Argentina hay, por ejemplo, tres o cuatro programas muy interesantes sobre filosofía. Son programas conducidos por filósofos y plantean temas filosóficos de manera audiovisual, de manera muy entretenida y muy linda, muy didáctico además. Que son casos excepcionales porque pertenecen a un canal educativo, pero hay que ver cuál es el público al cual nos dirigimos. Si entendemos la TV como un fenómeno masivo, que le habla a millones de personas, y que a través del cual el pueblo se identifica con sus personajes, con sus historias, tenemos que pensar en un sentido más amplio y tratar de, como intelectuales que también somos, de no dejarnos cegar en esa búsqueda de la conceptualización o de la justificación. No debemos dejarnos cegar en la búsqueda de los símbolos, las historias y los personajes que la gente quiere, que la gente ama”.
Profesores y alumnos de la Cátedra “en principio, nos gusta la TV. Reconocemos que nuestras vidas están muy signadas por los programas que vimos y por los personajes que nos contaminan, al igual que todo el mundo. No sólo nosotros los reconocemos y lo hacemos con mucha pasión. Estoy seguro que si nos sentamos a hablar con cualquier persona, qué se yo, podemos hablar de los personajes que te marcaron a ti. Con la generación de más de cuarenta es absolutamente imposible que no se llegue a un momento de la conversación donde se hable de los «muñequitos rusos»… Todas esas cosas la gente las reconoce de manera más cariñosa y otra gente no de manera tan cariñosa”.
Zampedri considera, como figura axial del gran entramado de la TV al productor, y hacia la formación de este tipo de profesional van los rumbos de la Cátedra. “Sí, la TV es de los productores”, refrenda, para luego explicar que “el productor en TV es quien tiene el control del producto, pero no es un productor (a veces asusta cuando uno dice eso) al estilo de Hollywood. No un productor tirano, dictador, que controla todo, sino un productor que sea capaz de dialogar creativamente, por eso decimos que nuestra cátedra forma productores creativos de TV y nuevos medios. ¿Cuál es la diferencia entre un productor y un productor creativo? Que un productor creativo no solamente tiene el control del proyecto, sino que además, es un generador de proyectos, es un generador de ideas. En torno a él empiezan los proyectos, porque tiene ideas, no es una persona que deba contratar a un grupo de gente para que genere ideas. Es una persona que tiene ideas, criterios, que sabe armar grupos, conducir un proyecto desde la idea misma hasta la última ventana, hasta la distribución, hasta el final de la etapa de comercialización del producto. Pero además es una persona que tiene conocimiento técnico, artístico, narrativo, del mercado, y conocimiento audiovisual en general…que puede intervenir en cada una de las etapas de diseño de un proyecto televisivo, desde la idea hasta la ventana. Y en la TV todo es diseño. Hay que diseñar una estrategia para difundir nuestro programa, hay que armar la campaña de lanzamiento, los promocionales, la campaña en la web. Hay que diseñar visualmente cuál es la estética, con un grupo de artistas. Ni hablar lo que es estar dentro de la estructura de un canal y conceptualizar todo lo que es ideológicamente el canal, lo que es visualmente. Entonces nuestros estudiantes tienen una visión de la TV que podría decirse es la del productor independiente que elabora proyectos para los medios, pero también tiene la visión del gestor de un canal, tiene la visión de la persona que está decidiendo cuáles son los programas que van a formar parte de su canal. Entonces entienden la TV por dentro, y también por fuera”.
La Sociedad de la Información que signa el siglo XXI, implica reconsiderar este rol de productores, ante las nuevas jerarquías adquiridas por los consumidores ya no pasivos, que generaron toda una batería de nuevas categorías. “Hubo en un momento como un auge cuando se hablaba de prosumidores”, explica Fabián, “ya se ha dejado un poco de hablar de prosumidores. Fue como una expectativa muy grande, porque claro, ya se empezaron a hacer estas cuentas: si la gente tiene cámaras, que son muy baratas, y todo el mundo puede filmar, entonces todo el mundo va a empezar a producir. Muchos productores, viendo que además esto iba a ser muy barato, empezaron a verlo como la panacea, y empezaron a pensar que iba a empezar a existir un modelo de comunicación donde el consumidor tomara parte fundamental de la producción. La realidad demuestra que esto no es tan así. Dentro de lo que es la web tenemos categorías de usuarios: la mayor parte son gente que nada más ve, que visita, que ve las cosa. Hay una porción intermedia que es la que participa un poco más activamente, pero a través de los «like«, retwittear, buscar links, participar en blogs. Solamente una porción muy pequeña genera contenidos: los que escriben blogs, los que tienen proyectos interactivos, los que suben videos: los youtubers. Es una porción muy chica, pero muy, muy chica…parecen muchos porque somos cientos de millones de personas en el mundo, y bueno, con que haya un cuatro, un seis porciento, son muchos. Nosotros somos migrantes. Nosotros no somos nativos digitales. No nacimos con la herramienta esta de la comunicación digital. Tuvimos que aprenderla a usar…y somos de un mundo analógico, de un mundo más pasivo, con menos feedback. Ahora, los jóvenes que vienen atrás van a barrer muy rápidamente el tablero. Ya lo están barriendo. Estamos viendo que los jóvenes de 15, 18, ya ni siquiera están en Facebook: están en redes sociales alternativas que son solamente de ellos porque en Facebook están sus padres. No quieren estar ni siquiera en el espacio donde estamos nosotros. Siguen a sus ídolos, pero también generan sus propios líderes… Entonces estamos mirando todo con mucha expectativa. Cuál va a ser la generación de recambio en la comunicación. Hoy, te digo que hay un enorme porcentaje de la gente que produce. Dentro de cinco años, a lo mejor, vamos a tener otro panorama absolutamente diferente, porque estos chicos que ahora tienen 12, 13 (incluso con 6 o 10 años vemos chicos que hacen videos y que los suben), pues los vamos a tener dominando el medio. Van a estar en los veinte, los 30, y vamos a ver gente que toda su vida se comunicó de una manera que todavía no sabemos cuál será, pero que sabemos que va a tener mucho intercambio a través de la web y los medios digitales. Entonces, bueno, la Cátedra también en ese sentido, es un lugar donde cada vez que viene un profesor visitante, recibe muchísima información, muchísima novedad, porque también somos una cátedra experimental. Nosotros estamos conociendo, creando productos de consumo digital o de comunicación digital, pero al mismo tiempo, la forma en la que se producen y la forma en la que se consumen los productos digitales muta todo el tiempo. Entonces es muy importante para nosotros que cada profesor visitante nos traiga las novedades, nos traiga las cosas que son, digamos, punta de lanza, para que también la cátedra se actualice y empiece a pensar cuáles son los caminos narrativos, estéticos y de comunicación que hay que explorar”.
Aquí se subraya significativamente la parte de …Nuevos Medios, que acompaña a la TV en la clasificación de la Cátedra fundada por Sampieri. Unos medios que ya impactan a gran parte de la sociedad mundial desde hace casi dos décadas, lo cual pudiera poner en tela de juicio la validez del adjetivo “nuevo”. Zampedri argumenta al respecto que “hay una cosa muy particular con lo que se denomina nuevos medios, y es que se está escribiendo la historia de la comunicación a medida que se hace. A la velocidad a la que avanzan las nuevas narrativas, las nuevas ventanas, los nuevos formatos, los nuevos contenidos, la nueva relación del productor con el espectador, las formas de consumo, la hipersegmentación. Son tan veloces todas estas transformaciones que no hay prácticamente tiempo para detenerse a teorizar. Entonces, la definición de nuevos medios es una definición que, digamos, ya tiene unos cuantos años, desde mediados de los 2000. Es una definición que en su momento sí involucraba una novedad que tenía que ponía en una categoría a todas estas formas de audiovisual que están relacionadas con lo digital, fundamentalmente con lo que la revolución digital ha traído a los medios de comunicación, audiovisuales sobre todo, y su vinculación con la web y la tercera etapa de las redes sociales. Todo ese espectro que va desde la TV, la Internet, las redes sociales, ha reconfigurado completamente la forma en que se produce, la forma en que se consume, y la forma en que el espectador se relaciona con los contenidos. Entonces, Nuevos Medios es solamente una etiqueta que viene como a definir unas categorías dentro del campo de la comunicación que no estaban bien esclarecidas. Pero hoy podemos decir que Nuevos Medios es un término bastante amplio, bastante global; pero ya podemos hablar de nuevas definiciones, y establecer modelos de producción y de consumo bien claros dentro de lo que es ese paquete llamado Nuevos Medios”.
“Se están borrando muchos los límites de lo que tiene que ver con los contenidos y con la producción. Hay ya una manera no lineal de consumir los contenidos, que ha modificado mucho, sobre todo a la TV. Y la TV está ahora viviendo una transición muy clara y muy evidente: de la transmisión y programación fijas hacia un modelo mucho más flexible, donde el espectador consume en el momento que quiere y a través de la plataforma que quiere. Entonces, la TV ya está pasando de ser un canal lineal a ser una plataforma de distribución de contenidos, obviamente no lineal. Al mismo tiempo, cada uno de los medios audiovisuales, llámese TV, llámese cine, llámese videos de Youtube…, tienen una nueva vida que no sospechábamos y que hoy en día, desde la producción, desde la planificación, tenemos que tener en cuenta, para saber qué va a pasar con el producto una vez finalice su etapa de explotación o finalice su etapa de exhibición, o su estreno. O sea, el público se apropia de él”.
Nosotros tenemos la obligación como productores de entregar no solamente al medio sino de entregar a la web, de entregar al público esos materiales. Obligatoriamente hay que poner un trailer, un teaser, podemos pedir también el público que intervenga, que participe, consultarlo. Finalmente, hay cosas que se van de nuestras manos pero que son muy sanas, y es que el público, a partir de los materiales ya instalados en la web, hacen sus propias elaboraciones, o sea, los refrita, los remixa, los replica, los transforma, y todas esas cosas que son los fenómenos para mí más interesantes, de apropiación que tiene hoy la cultura audiovisual, el espectador, que muy bien todavía no sabemos cómo aprovechar. Yo eso lo relaciono mucho con lo que es la cultura popular. Creo que el fenómeno popular más interesante que está dándose en este momento tiene que ver con eso: cómo el público se apropia de las imágenes, cómo se apropia de los sonidos, cómo construye nuevos discursos, cómo reinterpreta la realidad, cómo reinterpreta los símbolos a partir de las cosas de las cuales se va apropiand,o y que en principio no fueron pensadas para eso. Entonces siempre el público tiene una nueva carta que darnos, que devolvernos sobre nuestro producto. Y bueno, una cosa también muy interesante que tiene esta nueva etapa digital, es que tenemos la posibilidad de conocer muy directamente a nuestro público, o sea, podemos comunicarnos y contactarnos muy directamente. Muchas veces el público se acerca a los medios, se acerca a los artistas o se acerca a las cosas de una manera muy directa y muy de autogestión, de involucrarse y proponer, de involucrarse y criticar, de involucrarse y convertir algo, que es una cosa simple, en una cosa viral, global, y a partir de ahí generar miles de conversaciones. Entonces, una de la cosas que yo creo que no se ha transformado y no se va a transformar con respecto al audiovisual (es lo que los profesores dejamos claro en las aulas) es captar la atención, contar una buena historia y generar conversación”.
“En este ambiente donde prolifera tanta información y hay tantas ofertas de cosas para ver, el público, verdaderamente, tiene infinidades, infinitas cosas a las que acceder, si está conectado a internet, infinidad de contenidos disponibles; lo cual no significa que nuestros contenidos van a llegar a millones de personas. Lo primero de todo es llamar la atención, generar una estrategia para hacerse visible dentro de todos esos millones de cosas, y que el público nos encuentre. Eso sí es nuevo”.
“Ahora tenemos que hacer un esfuerzo mucho mayor. Ya la gente no nos está esperando con el control remoto a la hora señalada. Ahora nuestro programa de TV, o nuestra película, o nuestra serie, compite con miles de cosas, hasta las cosas más caseras que hace un youtuber en su casa con la camarita web. Primero que todo, debemos pensar cómo nos destacamos o cómo llamamos la atención para que la gente venga hacia nosotros. Lo segundo (y es fundamental, universal y siempre será así) es tener una buena historia, pues una vez que el público te conoce, tenés que sostenerte, tenés que contarle para qué lo convocaste. No puedes defraudarlo. Siempre tiene que haber una buena historia y una buena historia está en una noticia, en una película, obviamente, está en una documental, está en una crónica, y también está en un relato. En todo tipo de relato nosotros tenemos que encontrar la historia ¿cuál es la historia? Siempre yo a los chicos le insisto mucho con eso. Qué pasaría si la TV no contara historias… La TV, fundamentalmente, cuenta historias.