Declaración establecida en el marco del encuentro entre la Conferencia de Autoridades Cinematográficas de Iberoamérica (CACI) y la European Film Agency Directors (EFADs), los días 15 & 16 de marzo del 2016 en el marco de Cinélatino, 28ème Rencontres de Toulouse
Este encuentro se ha desarrollado con el espíritu del convenio UNESCO de 2005 sobre diversidad cultural.
Capitaneadas por sus respectivos Presidentes —el Sr Peter Dinges (FFA) y el Sr Manuel Rangel (ANCINE)— las delegaciones de la EFAD (siglas en inglés de la Asociación de Directores de Agencias Europeas de Cine) y de la CACI (Conferencia de Autoridades Cinematográficas de Iberoamérica) se reunieron en Toulouse con motivo de la 28ª edición del Festival CINÉLATINO y sostuvieron intensos debates durante sus dos días de duración.
Era la primera vez que ambas entidades tenían la oportunidad intercambiar opiniones sobre temáticas de interés común.
La reunión de Toulouse tendió un puente entre dos continentes unidos por una pasión común por la cultura, por una visión común de los valores fundamentales plasmados en la diversidad e identidad culturales, y por un diálogo intercultural. Europa y Latinoamérica esperan lo mismo de su industria audiovisual, a saber: que florezca, tanto a escala local, como internacional. La reunión fue el primer eslabón de un diálogo que surgió fortuitamente, pero que, en realidad, se hacía muy necesario.
Frédérique Bredin, Presidenta del CNC (Centro Nacional francés de la Cinematografía) declaró que: «Las agencias de cine europeas y latinoamericanas son conscientes de que consolidarán su peso si aúnan esfuerzos para fomentar sus valores».
Valores y objetivos comunes: fomentar la diversidad y la adaptación a cambios digitales. Para la mayoría de los países latinoamericanos y europeos optimizar la circulación de bienes y servicios supone una oportunidad para su desarrollo cultural y económico. También coinciden en dar una percepción distinta a la industria audiovisual, que la distinga de otros servicios. El cine, la televisión y nuevos medios, como las plataformas de vídeo a la carta (VoD) son servicios con el potencial de ofrecer una amplia diversidad de obras y productos. Sin embargo, necesitan un marco normativo gubernamental, propicio a una relación económica y cultural que sea justa y equilibrada.
Los gobiernos tienen el derecho y, además, el deber de garantizar una oferta diversa y un acceso amplio a este entorno. Gracias a la intervención pública, se puede apoyar la creatividad mediante ayudas financieras destinadas a producir y mostrar obras que el mercado no apreciaría sin dicha intervención. Asimismo, existe un gran número de ejemplos de películas rodadas gracias a la financiación pública que ha gozado de una excelente acogida comercial.
Aparte de contar con el espaldarazo del público, para que las industrias audiovisuales de Europa y Latinoamérica tengan un desarrollo floreciente necesitan que se dé un entorno propicio a la inversión privada, en el que las distintas partes interesadas (productores, distribuidores, canales de TV y proveedores de VoD) compartan el riesgo de inversión. Las ayudas previas que suelen darse en la mayoría de países europeos y latinoamericanos garantizan que las producciones tengan una difusión generalizada por mercados y así generen una buena recaudación y salgan rentables. Por tanto, la creación de mecanismos que fomenten las coproducciones y la generación de ingresos a través de ventas internacionales son esenciales para las producciones audiovisuales, especialmente para mercados nacionales más pequeños.
Por consiguiente, los participantes de esta reunión temen que el proyecto encaminado a un Mercado Único Digital de la Comisión Europea ponga en peligro la explotación de obras por territorio, lo que, a su vez, podría mermar la capacidad de producción, coproducción y distribución de ambos continentes.
La mayoría de las coproducciones se originan en Latinoamérica, desde donde los autores y los directores ofrecen contenidos de agrado al público europeo. Algunas de ellas reciben ayudas procedentes de varios fondos europeos, lo que supone una confirmación de su potencial internacional.
La apertura de Eurimages a miembros no europeos supone una oportunidad interesante para países latinoamericanos. Los delegados de CACI también han mostrado su agrado ante la apertura de la convención sobre coproducciones cinematográficas del Consejo de Europa a países fuera de la UE. Asimismo, sugieren que se estudie la viabilidad de un acuerdo recíproco que abra las puertas a un acuerdo de coproducción entre Iberoamérica y Europa.
Los participantes de EFAD y CACI también se muestran de acuerdo sobre la necesidad de una mayor cooperación e intercambio, en concreto, en lo referente a los marcos normativos para el mercado audiovisual y de VoD en sus distintos países. Consideran que es importante garantizar un marco de igualdad para todos los operadores implicados en la cadena de valor y así garantizar que exista una competencia justa en el sector, aparte de estimular el desarrollo económico y la diversidad cultural.
A tenor de los retos que la normativa relativa a la digitalización de cines presenta, ambas entidades consideran importante que se fomente el principio de la diversidad. También enfatizan la necesidad de que se amplíe la diversidad de obras proyectadas, ya sean nacionales o internacionales.
Todo ello con el propósito de evitar la homogeneización de los contenidos y a la par fomentar una distribución plural y diversa de cintas: el requisito previo para que el público pueda tener libertad de elección.
Propuestas para construir una asociación estructurada
Se han definido tres ejes principales de cooperación a tenor de lo debatido en la reunión: