Desde 1987, Gabriel García Márquez colaboró intensamente con la Escuela que soñó, pensó y fundó, impartiendo talleres de guión que luego fueron publicados en volúmenes que ayudaron a expandir sus conceptos más allá del pequeño círculo de los educandos. Sus visitas y estancias en la EICTV eran continuas y el apartamento 308 era el lugar donde reposaba y pernoctaba durante esas épocas. Por eso vale remarcar este breve espacio.

A dos días de su natalicio (cumpliría 89 años), se inauguró una tarja a la entrada de la vivienda, que recordará su presencia en ella, además de algunas fotos que se añadieron al diseño original del espacio, para no quebrar el “ambiente” garciamarquiano. Esta es una de las iniciativas relacionadas con el aniversario 30 de la Escuela, a finales de este año.

Alquimia Peña, presidenta de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, presente junto a Jerónimo Labrada, director de la Escuela y María Julia Grillo, Coordinadora Académica, rememoró que sobre todo entre 1987 y 1989, los referidos talleres sucedían más de una vez al año, además de que eran los únicos que no se cobraban, lo cual permitía una mejor selección de la matrícula. Y el Gabo donaba sus honorarios para ayudar a la EICTV, ya que declaraba que era una de las cosas que más disfrutaba en la vida.

Fue Alquimia quien develó la tarja y la coronó con una rosa amarilla, como sencillo homenaje.