El pasado, sábado 2 de febrero de 2019,  la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños hizo una donación a una comunidad de vecinos afectados en el barrio la Colonia del municipio Regla. Para llegar a nuestro destino tuvimos que dialogar con una pareja de policías que nos pidieron esperar por Madelaine, la delegada de la circunscripción que habíamos contactado, para que ella nos guiara en medio de la gente que está realizando trabajos de recuperación y asistencia social en toda la zona. Con Madelaine fuimos hasta una casa de recepción de donaciones cuya dueña, Miosotis, nos identificó porque había trabajado varios años en el ICAIC. Allí pudimos clasificar y ordenar en bolsas destinadas a las familias en situación más crítica, productos de aseo personal, comida enlatada, leche, agua y otros artículos de primera necesidad que después, guiados por nuestras anfitrionas, repartimos directamente en las casas de los damnificados.

Todo esto lo hicimos con discreción, cuidando no molestar a los electricistas, ni a los que recogen escombros, ni a los que intentan mantener el orden dentro del caos y la incertidumbre que dejó el Tornado.

Solidaridad y delicadeza. Hay que hablar con la gente, mirarlos a los ojos, respetarlos. Hay que confiar en los vecinos y en los que los representan. Ellos saben quién lo perdió todo, quién ha recibido menos ayuda, qué familias tienen niños, qué vecinas están embarazadas, qué anciano vive solo, qué pueden necesitar unos, qué les urge a otros. Eso nos facilitó repartir lo que llevamos y saber qué otras cosas debemos priorizar para una próxima donación.

Aquello es una zona de desastre en la que el desasosiego y la energía de los que colaboran en la recuperación conviven y colisionan. Por eso nuestro derecho a ser solidarios debe ser ejercido con delicadeza y la mayor discreción posible.

A los obstáculos hay que sortearlos; y para ello hay que estar dispuestos a dialogar con cualquiera que se oponga circunstancialmente.

Lo primero es ayudar a la gente que lo necesita.