Los cines de América Latina y el Caribe, una especie de enciclopedia en dos tomos que constituye la primera historia de la evolución de las industrias cinematográficas en la región, fue la principal propuesta editorial de la EICTV, presentado en la capitalina Casa del Alba, antes de concluir la Feria Internacional del Libro de La Habana.
El volumen, dirigido y coordinado por el crítico e investigador panameño Édgar Soberón Torchia, intenta dar un panorama general de poco más de un siglo de cine en América Latina y el Caribe, a través de las semejanzas entre las diferentes industrias nacionales.
Para ello, el libro publicado bajo el sello de Ediciones EICTV, se vale de artículos de fondo, una cronología, y separatas en las cuales se enfatiza en determinados cineastas, actores, películas o momentos cumbres de la cinematografía del continente.
La publicación resulta, además, el primer empeño editorial de la Escuela que tendrá un gran alcance nacional, gracias a la colaboración del Instituto Cubano del Libro (ICL) que asumió la impresión de 2800 ejemplares de cada tomo y su posterior distribución en la red de librerías del país.
Según declaró Soberón Torchia su prioridad era hacer un recorrido historiográfico que sirviera, sobre todo a estudiantes de las escuelas de cine centroamericanas, para reconocer el desarrollo de las cinematografías del continente.
“Por eso, traté de no concentrarme en las cinematografías más establecidas de la región y atender de igual manera a las industrias menos consolidadas. Aunque debo destacar que esta investigación no agota las historias nacionales de cada cinematografía, pues siempre habrá un montón de datos que no pudimos abarcar aquí”, acotó.
Por esa misma razón, precisó el también Director de Cultura de la EICTV, aunque escriben en él muchos especialistas cubanos, se refieren solo los hitos fundamentales del cine insular. Es decir, no porque sea Cuba el contexto de creación y de emisión, se atiende más a su producción.
-¿Cuándo surgió la idea de hacer el libro?
Desde que escribíhace más de veinte años Un siglo de cine, una historia de la cinematografía mundial publicada por una editorial mexicana, tuve la idea de hacer un libro similar a este. Para ello pensaba recorrer varias cinematecas nacionales del continente, con el propósito de recopilar todo la información necesaria porque la mayor parte del patrimonio fílmico latinoamericano no se encuentra conservado o disponible con facilidad; pero no fue posible por cuestiones económicas. A fines de los 90´s llego a la EICTV y, casualmente, Alberto García Ferrer, que era el director en aquel momento, me propuso realizar un texto historiográfico sobre la historia de las cinematografías del continente, que sirviera fundamentalmente para los estudiantes europeos de cine latinoamericano.
-Entonces… ¿comenzó a hacerlo desde esa fecha?
Realmente tampoco fue posible aquella vez. Aunque se contactó a Nelson Carro, Luciano Castillo y otros críticos e investigadores reconocidos, el proyecto se cayó nuevamente por falta de presupuesto. Luego, el crítico francés Emmanuel Vincenot quiso hacer algo similar en Francia, pero tampoco ocurrió. Más tarde TanyaValette asume la Dirección General y Patricio Riquelme, un egresado que ocupaba la Dirección Académica nos sugiere que hagamos la historia de los cines de América Latina y el Caribe, siguiendo otro formato distinto. Por último, en 2009, MaykelPonjuán- un egresado de la EICTV – me regaló El más humano de los autores, un libro del ensayista cubano Reynaldo Gonzalez sobre Félix B. Caignet y, cuando vi el formato del mismo, supe cómo quería hacer el mío. A partir de entonces fue que comencé a trabajar concretamente en el volumen.
-¿Quiénes fueron los colaboradores esenciales en su diseño editorial?
Las personas claves dentro de la EICTV para hacer “la Biblia”, como le apodamos, fueron Luciano Castillo, que me proporcionó muchos contactos, y Joel del Río, que me ayudó en la organización general. Siempre trabajamos en conjunto y nos dividimos los períodos por etapas. Finalmente, los dos volúmenes fructifican gracias a la gestión de la editora Nisleidys Flores Carmona, que se lo propuso al ICL, institución que asumió la impresión de todos los ejemplares. También contamos con el respaldo de Casa de las Américas..
-¿Cómo logró que se pusieran de acuerdo tantos investigadores para conformar el contenido de Los cines de América Latina y el Caribe?
Resultó posible organizar los textos de los más de cincuenta creadores que tributaron al libro porque a ninguno se le dio libertad para escribir de lo que quisieran, sino que se les preguntó en cada caso si podían escribir de temas determinados. Si declinaban la oferta, se le encargaba a otra persona. Por supuesto, en muchas ocasiones se encargaban determinados temas a los que sabíamos eran los más expertos. Por ejemplo, hay trabajos medulares como los de Nelson Carro sobre la década del 60, que ya él los tenía hechos. Por otra parte, hubo algunas separatas que fueron tomadas, incluso, de las publicaciones oficiales de varios festivales de cine y de otros sitios, en su mayoría digitales.
Pero es importante destacar que el grueso de los textos son inéditos y que en esa lista de colaboradores, además de Nelson Carro, hay personas muy reconocidas dentro del campo de los estudios cinematográficos en la región como: Jorge Ayala Blanco, Silvia Oroz, Jorge Ruffinelli, Emilio Bernini eIsaac León Frías, que presentó recientemente en La Habana un libro muy valioso sobre el Nuevo Cine Latinoamericano. También hay muchos jóvenes como Zaira Zarza, Abel Arcos, y Rebeca Ferreiro.
-¿Sabe si existe algún empeño editorial similar a este en América Latina?
No que yo conozca. Hace poco se hizo en España una enciclopedia en varios tomos sobre realizadores latinoamericanos, a un precio prohibitivo y organizada por orden alfabético, con semblanzas y filmografías. Pero a la manera de Los cines de América Latina y el Caribe creo que no se ha hecho en ninguna otra parte. Sí existe un libro de historia del cine latinoamericanoescrito por Peter B. Schumann, un historiador alemán, pero que contiene muchos errores, así como Les cinemas de l´Amérique Latine d´Aujourd´hui, de GuyHennebelle y Alfonso GumucioDagrón, que hace muchas omisiones y América Latina en 130 películas, de Jorge Ruffinelli, que solo analiza filmes, aunque este último es mucho más serio.
– En un momento en que se debate el concepto de Nuevo Cine Latinoamericano, ¿qué postura adoptó como compilador?
Joel del Río y yo nos identificamos con la postura de León Frías, aunque nosotros creemos que las últimas voces del concepto de Nuevo Cine Latinoamericano están en el cine centroamericano de los 80´s, hecho literalmente en el campo de batalla. Al menos son las que, a nuestro juicio, más se identifican con el ánimo ideológico y estético del movimiento. Pero incluimos otras definiciones poco referidas como la de cine paulista, por ejemplo.
¿Se hace referencia, en la compilación, a las producciones de la EICTV?
Realmente, no quise contemplar las producciones estudiantiles de la EICTV ni de otra escuela de la región, pues hubiera sido muy difícil. Si hay alguna incluida es porque tuvo relevancia fuera del ámbito académico.
¿Se publicará solo en Cuba?
Hasta ahora, sé que será editado también en Venezuela, en 2015. Para esa ocasión Joel del Río añadirá algunos textos que lo actualizarán porque el cierre de la edición fue en 2010.