La capacidad asombrosa de Alan Berliner para combinar cine experimental, sentido estético, y atractivo para la audiencia en sus ensayos fílmicos le ha convertido en uno de los realizadores independientes más reconocidos de América. El New York Times ha descrito su obra como “poderosa, convincente y agridulce… llena de conflicto y contradicciones, innovadora técnicamente… El trabajo de Alan Berliner es un ejemplo del poder que tiene el arte para transformar la vida”.
Sus obras –Wide Awake (2006), The Sweetest Sound (2001), Nobody’s Business (1996), Intimate Stranger (1991) y The Family Album (1986)– se han presentado en todo el mundo, han recibido premios y han sido objeto de retrospectivas en los principales festivales de cine.