Cineasta y poeta. Ingresó en el Instituto para el Desarrollo Intelectual de Niños y Adolescentes de Teherán. Su cercanía a la infancia es palpable en su obra, Kiarostami trabaja con niños con la misma facilidad con que lo hiciera Truffaut. No se trata de una acercamiento de índole sociológica, sino de dignificar un período de la vida y demostrar que los niños esconden historias interesantes y de talante universal. En el cine de Kiarostami escuchar es clave para entender. El sonido directo, la falta de música (que casi alcanza el estatus de rasgo esencial) y los silencios prolongados componen el espacio sonoro de su cine. Las imágenes fluyen sin necesidad de más apoyo y el director se toma el tiempo necesario para explicar lo que sucede en el interior de sus personajes a través de su inimitable uso de la cámara. Detrás del silencio, hay una actitud reflexiva que puede resultar válida. Sin duda, Abbas Kiarostami es el director iraní con mayor proyección internacional de la actualidad y uno de los grandes referentes del cine universal. Su gran éxito internacional llegaría cuando presentó en el Festival de Locarno ¿Dónde está la casa de mi amigo?, primera parte de la improvisada y maravillosa trilogía sobre el rodaje del filme La vida y nada más. Le seguirían películas como El Sabor de las Cerezas, El Viento nos Llevará -acaso su obra maestra y, en cualquier caso, una auténtica summa de sus inquietudes temáticas y formales- vuelve a plantear idénticos interrogantes sobre la muerte, el sentido de la vida, la incomunicación o la solidaridad. Fascinado por las enormes posibilidades del vídeo digital, Kiarostami rueda en este soporte sus siguientes películas. Diez será la primera, un film literalmente independiente y clandestino que explora el universo femenino en el Irán contemporáneo y aborda frontalmente algunos problemas rara vez tratados en el cine de aquel país, siempre de la mano de un riesgo formal sin apenas parangón en la producción contemporánea. Menos es más, es la sencilla pero contundente declaración de principios que, desde hace por lo menos tres décadas, rubrica el cine de Abbas Kiarostami, quien tiene también una obra importante en el vídeo arte.