Imantados por las clases magistrales de Mark Berger (EEUU, 1943), los estudiantes de la EICTV iban tras él en una mezcla de alegría, devoción y amistad. El ingeniero de sonido estadounidense premiado cuatro veces por la Academia al Mejor Sonido (El Padrino II (1974), Alguien voló sobre el nido del cuco, 1975, Apocalipsis ahora, 1979) y con más de 170 filmes en su haber, anotó un mensaje (grafitis) tan sencillo como profundos son los afectos que le acompañan en Cuba.