Por segunda vez la comunidad de la EICTV recibe al cineasta serbio Emir Kusturica. Con música de Underground, los estudiantes de la Escuela le dieron la bienvenida a este grande del cine mundial, quien aterrizó en Cuba hace dos días para presentar su película documental sobre el último día de Pepe Mujica como presidente del Uruguay, en la apertura del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana.

Kusturica tiene una de las filmografías más premiadas y reverenciadas del final de siglo. Papá está en viaje de negocios (1985) le proporciona su primera Palma de Oro en Cannes, premio que volvería a ganar en 1995 gracias a Underground (1995). También en Cannes triunfa su tercer largo, Tiempo de gitanos, con el que en 1988 conquista el premio al mejor director. Con El sueño de Arizona, su única incursión en el cine norteamericano, conquista en Berlín el Oso de Plata, mientras tres años después, en 1998, hace lo propio en Venecia con Gato negro, gato blanco. Desde 1986 compagina su carrera en el cine con la música: como guitarrista de la No Smoking Orchestra ha recorrido el mundo, a la par que seguía filmando películas como La vida es un milagro, Prométeme o Maradona por Kusturica, un documental sobre la figura del astro argentino del deporte rey.

En su encuentro con los estudiantes y el cuerpo docente de la Escuela, Kusturica habló sobre la necesidad de contar historias con las cuales el autor debe estar relacionado. La propia vida es la fuente máxima que debe inspirar al creador, porque sin la vida, sin vivir la vida, se hace imposible contar historias que lleguen al alma del público. Con humor, sarcasmo, ironía, con vehemencia y humildad, este cineasta dejó una vez más su impronta entre el público de la Escuela.

“Life as Dog”, fue el graffiti que dejó el director de Tiempo de gitanos en una de las ya emblemáticas paredes de la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños.