El pasado 27 de septiembre en la reunión de cierre de la Conferencia “Cámaras de la Diversidad por una Cultura de Paz: Debates Temáticos para Desarrollar la Industria Cinematográfica en el Caribe”, 51 especialistas firmaron la “Declaración de Trinidad y Tobago”. El documento parte del valor de la cultura como motor de desarrollo sostenible y ahonda a través de siete acápites en las áreas de intervención necesarias para desarrollar una cultura de paz en la región a través de la mejora de los marcos legales, el aumento de la inversión y el fortalecimiento en general de las industrias cinematográficas.
Miembros de comisiones nacionales de cine, directores de festivales de la región, productores, artistas y distribuidores, iniciativas privadas de distribución de cine, universidades y escuelas discutieron sobre sus respectivos campos de especialización con el fin de redactar un documento que sirva de punto de partida para futuros planes de acción y hojas de ruta que permitan aumentar la contribución del cine y de la industria al desarrollo sostenible. El valor de la industria para el desarrollo económico, la cohesión social, la educación formal en escuelas de cine y no formal a través del consumo de cinematografías locales, la percepción de equidad de género y el empoderamiento de la mujer, la mejora de los marcos legales para la creación, producción y consumo de cine de contenido local y de las políticas culturales en general, así como la diversidad de las expresiones culturales, la libertad de expresión y el acceso y uso de las nuevas tecnologías son los temas principales que estuvieron presentes en la agenda que discutieron los expertos caribeños.
La sesión inaugural estuvo a cargo de la especialista en industrias audiovisuales Leire Fernández, consultora de la Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe de la UNESCO, con sede en La Habana, Cuba, quien destacó el papel fundamental que desempeña la cultura para el desarrollo por su doble valor como motor de desarrollo económico y por ser un vehículo de identidad. Igualmente, señaló la importancia alcanzada por las industrias creativas, específicamente en las economías emergentes de algunos países de la región caribeña. Añadió que acciones como la conferencia Cámaras de la Diversidad son decisivas ya que sirven de foro de discusión y a su vez de observatorio para realizar un diagnóstico sobre las necesidades reales de la región, al mismo tiempo que posibilitan un diálogo directo entre todos los actores que intervienen y hacen posible el desarrollo del sector.
La Convención sobre la protección y la promoción de la diversidad de las expresiones culturales de la UNESCO y la campaña internacional que la Organización está liderando dentro del Sistema de las Naciones Unidas para incluir la Cultura dentro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), en la revisión que se llevará a cabo en 2015, fueron ejes centrales a través de los que gravitó la agenda de la conferencia.
La Declaración de Trinidad y Tobago es un documento operativo, firmado por los representantes de la sociedad civil y políticas públicas vinculados al sector en el Caribe, cuya vocación es la de contribuir a la campaña internacional que lidera la UNESCO, así como la de servir de punto de partida para un futuro plan de acción que fortalezca las industrias creativas caribeñas favoreciendo la cultura de paz en la región.
Más información en la página de la Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe de la UNESCO.