En el concurso de cortometrajes del Festival de Cannes 2016 fue aceptado Pezcal, ficción de once minutos, filmada por el argentino Pablo Briones durante el reciente taller Filmando con Abbas Kiarostami, que se realizó hace menos de dos meses en la EICTV. La obra desarrolla las aventuras de dos niños cubanos (interpretados por Leonel Aguilera y Antuán Alemán) durante una tarde.
En entrevista concedida al diario tucumano (región de donde es originario el realizador) La Gaceta, Briones comentó sobre el proceso de creación a la par de Kiarostami, a quien calificó de “un gran maestro, genial; acerca fórmulas mágicas que sirven para reflexionar durante años en torno del cine y también al perfil de realizador, ya como artista o como ser humano. Tiene argumentos muy poderosos. Es el aspecto conocido de él porque escribe, se presenta en público. Lo diferente en este taller es que se trabaja con cierta proximidad. Él propone un lugar, un tema, y que cada uno encuentre su temática como punto de partida. Siempre en formato corto, entre 5 y 10 minutos. Lo sorprendente es cómo piensa él el cine, una visión muy libre de lo que es una obra cinematográfica”.
“En el taller hice el rodaje en sólo seis horas”, comenta luego. “Trabajé con dos niños que son amigos. Trabajé a partir de quiénes son ellos, de su verdadera historia. Un colega camarógrafo hizo cámara porque le gustó mi idea”.
El creador residente en Suiza hace casi veinte años, donde trabaja en el ámbito televisivo, además de contar con una obra audiovisual basada sobre todo en los pueblos originarios de Argentina, Bolivia y Perú, explicó que el acceso a Cannes permite “promocionar el corto entre compradores, distribuidores y programadores para que lo pasen en otros festivales. Es entrar al mercado mundial en concreto, y también en una base de datos según el criterio de selección del jurado del festival. Es estratégico para intentar abrir horizontes para filmar un próximo corto o también un largo”.