Durante la conferencia de prensa inaugural del Taller Internacional Filmando con Kiarostami, desarrollado en la EICTV, organizado de acuerdo con Black Factory Cinema el cineasta iraní comentó: “En este taller hay unos cincuenta alumnos. En esta hora garantizo por lo menos cuarenta cortos, y luego ustedes vuelven a ver sus cortos, y podrán buscar, revisar qué posibilidades tienen y hasta qué punto pueden hacer el cine”.
Diez intensos días después, las expectativas fueron superadas: cincuenta breves audiovisuales veían la luz, algunos con posproducción definitiva pendiente, pero completos y maduros, cuyos procesos y resultados avalaron las opiniones y métodos clamados por Kiarostami en esta misma conferencia: “En mi opinión no se puede enseñar el cine y tampoco se puede aprender el cine. El cine es el resultado de una curiosidad. En realidad el arte es resultado de una curiosidad y unas inquietudes. Nosotros, en estos talleres, en estos cursos, buscamos las soluciones para responder a estas inquietudes. Todos los talleres que he hecho comienzan con esta frase mía: yo no estoy para enseñar, porque yo tampoco he aprendido algo, ni he ido a la escuela para enseñar. (…) Yo he tenido ocasión de hacer unos treinta talleres en todo el mundo y el último día tenemos aproximadamente unos trescientos minutos de obras. (…) Una pregunta que surge para todos los participantes en los talleres el último día es: si yo he conseguido hacer cine en diez días, por qué en los últimos diez meses no he hecho nada.
Ante las suspicacias que pudieran surgir ante los obligatoriamente irregulares resultados, las argumentaciones vertidas por el cineasta durante la master class ofrecida casi al final del taller, vuelven para subrayar que “el resultado del taller quizás no más importante que el hecho de que los participantes han respirado en un ambiente totalmente de cine. Yo creo que hay pocas posibilidades donde uno puede tener una oportunidad que con una vida rutinaria es difícil conseguir. (…) Cada vez que echo un vistazo desde la ventana del apartamento aunque sean las seis de la mañana, veo que los chicos se están moviendo de un lado a otro filmando en las yerbas. (…) Hemos tenido una experiencia extraordinaria”.